Viernes, 19, Abr, 6:30 PM

Fuente: www.pichilemunews.cl – 20.03.2023
- Para el 8 de abril próximo, Cáhuil será nuevamente escenario de la Fiesta de la Ostra, evento gastronómico que busca relevar el trabajo de esforzados productores locales y activar la actividad económica de esta localidad lacustre, 13 kilómetros al sur de Pichilemu.
- Visitantes y turistas, podrán no solo degustar las deliciosas ostras, sino recorrer el interior de la laguna, bordeándola y apreciar el paisaje que se presenta espectacular por sus aún albos conos de sal que esperan ser ensacados y guardadas en las antiquísimas bodegas, algunas de más de 200 años de antigüedad, pese al desconocimiento de los burócratas de escritorio. También, decenas de especies y cientos -quizás miles- de aves que tienen en ese reducto como su hábitat natural; siendo unos de los humedales más ricos y que, por ello, debe ser cada vez más protegido.

Cáhuil, antigua localidad lacustre junto al mar y al borde del estero Nilahue que, al llegar al océano, se transforma en la “mágica” laguna de Cáhuil con todos sus encantos que desde siempre han cautivado a los visitantes y turistas; con esta actividad se busca destacar y apoyar el trabajo de los productores locales, sino también impulsar la actividad económica en torno a este producto gourmet que, sin duda, es un delicioso manjar para los paladares de moros y cristianos.
En buena hora y plácemes para quienes están detrás de esta iniciativa que durante dos versiones anteriores pudieron consolidarla en el calendario de actividades y, que solo -momentáneamente- las restricciones sanitarias a raíz de la pandemia desatada por el Covid19, la dejaron statuo quo; pero a dios gracias y de manos del alejamiento del bicho, ya las condiciones están permitiendo esta clase de eventos masivos y gastronómicos.
Así, la cancha de Cáhuil parará la pelotita por unas horas, para dar espacio a la infraestructura que hasta ahora ha servido para presentar un lugar acogedor, ordenado y atractivo con stand, comedores y escenario para los artistas de primer nivel que, en dos ocasiones sucesivas fueron parte del show.
Hasta ahora, los organizadores no han dado a conocer el nombre de los artistas que serán parte del show, pero podemos decir con toda seguridad que, serán de igual o superior nivel que las dos versiones anteriores.
Solo agregar, que por Cáhuil, sus productores y organizadores, el mejor de los éxitos y resultados que se esperan.

¿Milagro?
“Cuenta la leyenda que, antiguamente la laguna de Cáhuil era un verdadero prodigio, siendo fuente de un “cuantohay” de especies -como pescados y moluscos- todo gracias a la existencia de un caballito de oro” que un día, un facineroso y avariento personaje lo secuestró para llevárselo a otra laguna …”, según lo relata el escritor Antonio Landauro. Relato más o menos similar que leí del escritor chilote Antonio Cárdenas Tabies.
Si bien hay mucho de leyenda, también tiene mucho de realidad la existencia -en muchas décadas pasadas- de varias especies que desaparecieron más que por el secuestro del caballito, por la sobre explotación de ellas: Pejerreyes, cauques, machas, navajuelas, cachambas, entre otras especies.
Lo que está pasando hoy, para algunos puede ser un verdadero milagro, sin embargo, debemos decir que tampoco lo es.
Es por la visión de personas privilegiadas que se dan -de cuando en cuando- y que muchos olvidan. Y lo que hacemos -aunque algunos se molesten- es recordar la historia. Ello, sin ignorar a los que hoy con su esfuerzo están permitiendo destacar sus logros.
No obstante a eso, el mayor mérito es de quien, sin ser beneficiado directamente él, pensó en el futuro, para futuras generaciones y en base a sus experiencias se atrevió a realizar ensayos con semilla de chorito quilmahue y choro zapato -a partir de la segunda parte de la década del ’70- y muy luego, con resultados en mano, fotografías y artículos de prensa- logró apoyo de entidades regionales para llevar adelante un Cultivo mayor de esas especies. Claro, esta vez, los recursos estatales se fueron a una Cooperativa colchagüina, Copecol (que nada sabía de esto) y si bien pudieron verse resultados no se consolidó.
Pero como dice el dicho, “no hay mal que por bien no venga”, que las grandes avenidas de agua de un invierno lluvioso por el estero Nilahue hizo que todas las jaulas se la llevara al mar y la naturaleza hizo lo suyo: se liberaron las semillas y dios mediante, el borde costero -para el sur y norte- se pobló de esas especies.
Ese visionario “hombre de mar” y de otros oficios -obrero de empresas constructoras de caminos, garzón, pescador, buzo, marino, dirigente vecinal, dirigente y creador de sindicatos de pescadores, constructor de embarcaciones menores, instructor de pesca que recorrió el sur y norte -como tal y contratado por Inacap- brindando sus conocimientos a jóvenes que necesitaban conocer sobre artes de pesca, fue el pichilemino Alejandro Mella Galaz, conocido en sus últimas décadas de vida como el “Rey del Cochayuyo”.
El probó a las generaciones futuras de Cáhuil y Pichilemu que las aguas y características de la laguna de Cáhuil eran tanto o mejores que las sureñas y nortinas, por los nutrientes y micro organismos, alimentos de varias especies acuáticas.

Fotografías: Municipalidad de Pichilemu/Archivos “Pichilemunews”.