Sábado, 20, Abr, 4:48 AM

Fuente: www.pichilemunews.cl – 28.11.2020
Gracias a la permanente preocupación y gestión de su regente -la técnico en turismo Mónica Cornejo Rojas y colaboradores- sigue dándole su dedicación, su tiempo, a mantener en pie de la mejor forma, la ex Estación de Ferrocarriles, monumento histórico nacional desde 1994.

Una gestión lograda por la Cámara de Turismo de Pichilemu a tan solo un año de su creación y donde la profesional fue parte del primer directorio de esa asociación gremial, y de la cual también formamos parte en sus inicios.
Pues bien, tras la gestión y restauración del recinto ferroviario luego que un incendio destruyera más del 40% del inmueble en 1991, a cargo de la Cámara de Turismo, con recursos del Fondart el año 1993, y terminado el arrendamiento entre EFE y esa asociación gremial, ha sido por más de dos décadas Mónica Cornejo quien siguió a cargo; instalando allí una Oficina de Informaciones y Servicios Turísticos, la que a través de los años ha mantenido y agregado a sus servicios, la creación de un museo.
Museo que, paulatinamente, ha ido creciendo ya con donaciones, como con adquisiciones de diversas piezas, objetos, que son de interés histórico no solo del tema ferroviario, sino del balneario, de su hotelería, entre otras áreas. Complementado con fotografías antiguas, con recreaciones del servicio ferroviario ya con maquetas, como de trenes de modelismo que atrae a niños, jóvenes y adultos; donde a muchos hace aflorar no solo sus experiencias vividas de viajes en tren al balneario. Y, a más de alguien, una que otra lágrima furtiva o que nublan la vista de emociones, de amores, de despedidas ….

ACICALAMIENTO
Pero, a todas las atracciones que se encuentran en su interior, se agrega la nueva cara que presenta a la vista de los turistas y, que a ojos de quienes saben de colores, éstos sin duda se acercan más a colores originales de la ex Estación.
Ello se debe a que, gracias a aportes recientes se logró conseguir mejores pinturas y de acuerdo a antiguas versiones. Pues si bien, muchas veces en años pasados se lograron aportes de pinturas, no siempre éstas fueron de calidad y de los colores originales; sino de acuerdo a la voluntad del donante.
Y como dice el dicho “a caballo regalado no se le miran los dientes”, ante la necesidad de pintar, hubo que atenerse a los resultados.
Hoy, felizmente, debemos destacar y valorar que la ex Estación luce hermosa, reluciente. Asimismo, libre de letreros publicitarios que si bien ayudaban en una medida los esfuerzos de mantener el inmueble, hoy si, está verdaderamente como una “postal”.
Finalmente, destacar la habilitación y restauración de detalles de los “bow window” del sector sur, como de otros lugares, que lucen más limpios, gracias a la dedicación y trabajo de Mónica y Víctor, en una labor encomiable y que se agradece.

Fotografías: Víctor Pérez