Sábado, 27, Abr, 6:49 AM

Fuente: Revista Enfoque – 23.03.2024
- Algunas son reconocidas por la calidad de sus olas, como la de Pichilemu, para muchos la capital del surf. Otras son frecuentadas por los amantes del windsurf, como Matanzas.
Foto portada: Topocalma

La costa de la región de O´Higgins destaca por sus playas extensas y anchas, con arenas grises, ventosas y con oleajes intensos que no dan tregua. Aquello atrae a muchos amantes de los deportes que se practican en las olas, como el surf, el windsurf y el kitesurf.
Opciones, para todos los gustos y experiencia. También hay quienes viajan por el borde costero para disfrutar de paisajes sublimes donde los pies de los cerros cubiertos con bosques de eucaliptus y pinos caen prácticamente sobre el mar.
Es en ese escenario que los viajeros optan -en su mayoría- de recorrer la costa de norte a sur, comenzando por la localidad de Navidad. Más en específico, el sector de La Boca, justo en la frontera con la región de Valparaíso y donde se haya la bella desembocadura del río Rapel, pudiendo apreciarse desde la altura de un mirador.
La primera playa que obliga a una detención es Matanzas, a la cual se puede acceder a través de la ruta I-882, donde al ingresar hay un mirador a un bosque de Calabacillos.
La localidad adquiere su nombre de la antigua práctica de caza y faenamiento de lobos marinos con el objetivo de extraer aceite. De ser un tradicional pueblo agrícola y pesquero, sin bulla ni reconocimiento, el auge del surf (con escuelas que puedes encontrar en la avenida principal) y los deportes náuticos le han cambiado la fisonomía casi por completo.
Alrededor de su playa existe una creciente oferta de lodges, cabañas, hoteles boutique, hostales, restaurantes y tiendas con venta de ropa y accesorios para surfistas.
Hay pocos, pero buenos campings. Uno de ellos es Playa de Matanzas, que tiene acceso directo a la playa y el otro es Olas de Matanzas (OMZ), que es parte de un complejo turístico que incluye cabañas, restaurantes, bike park y un centro de eventos. Ambos complejos se llenan en verano, por lo que es recomendable contar con reserva previa. En materia gastronómica destaca el restaurante y hotel Surazo el cual ofrece una carta enfocada en comida gourmet de distintas latitudes. En una hermosa parcela del sector de Centinela, Lomatanzas Family Lodge, dispone de amplios sitios independientes para motorhomes.

Matanzas
La playa de Matanzas es extensa y muy ventosa. Para aquellos que viajan en auto, éste se puede estacionar en la Costanera de Matanzas, donde hay una caleta de pescadores y buen acceso a la playa. Es importante llevar ropa de abrigo, debido a que el viento hace descender mucho la sensación térmica, especialmente en días nublados.
Para continuar hacia el sur en dirección a la Vega de Pupuya se puede hacer por la ruta G-890 o por el interior, siguiendo la ruta G-892-I, vía Lagunillas. Cerca de la playa -la cual es menos frecuentada que Matanzas- existe un humedal llamado La Vega de Pupuya y un estacionamiento. El viento hace propicio este lugar para la práctica del kite surf y el windsurf.
Hacia el sur de Pupuya el ruteo se hace a través de caminos interiores de tierra, en medio de eucaliptus y pinos. El acceso a las playas se dificulta, pues se debe descender por caminos de ripio con tramos de arena suelta que zigzaguean hacia abajo del cerro hasta alcanzar el nivel del mar. Aun así, no es condición un vehículo 4×4, aunque se recomienda su uso.

Kitesurf Puertecillo
Es allí donde aparece Puertecillo, un poblado que asoma como una joya para los amantes del kitesurf, pues además aquí cuentan con buenas escuelas para aprender este deporte, aunque también se puede únicamente contemplar y caminar por esta playa extensa y de arena fina. Un lindo paseo en Puertecillo es el mirador La Polcura desde donde se aprecia la playa completa a 100 metros de altura. Hasta acá se llega en auto, pero para bajar a la playa es necesario una caminata por pasarelas y senderos habilitados de mediana intensidad.
Para llegar a Puertecillo es recomendable hacerlo por el sur del pueblo, a pesar de que la concentración de servicios turísticos está por el norte. Una ruta no pavimentada nos conduce pronto a Topocalma, cuya playa tiene dunas y tiene un aspecto casi desértico, por lo que es ideal para desconectarse. El viaje se retoma hacia Pichilemu por la ruta G-872, que continúa de tierra hasta Las Damas.

Pichilemu, la capital del surf
Pichilemu es reconocida como una de las capitales mundiales del surf, pero gracias a su ubicación entre el borde costero y la cordillera de la Costa, es también un buen lugar para disfrutar de la naturaleza y las actividades outdoors. Para quienes buscan playa, desde el parque Agustín Ross existe conectividad directa hacia la playa Principal. En La Puntilla hay una feria artesanal y en las cercanías funcionan un mercado y escuelas de surf. 500 metros al sur por la costa se encuentra la playa Infiernillo, un reconocido spot surf, también apto para la pesca de orilla.

Bucalemu
Tras salir de Pichilemu por avenida Comercio, aparecen localidades como Punta de Lobos, frecuentado por surfistas, y Cáhuil, donde se elabora una afamada sal artesanal. Al final de este circuito se llega a Bucalemu, que tiene una buena oferta gastronómica y un atractivo humedal urbano que cuenta con un mirador y una costanera donde se instalan tiendas de venta de productos artesanales y comida. En el lugar se ofrecen paseos en botes de pescadores y en pequeñas embarcaciones que navegan por el humedal que circunda la playa principal.

Fotografías: Revista Enfoque