Jueves, 09, May, 7:12 PM

Fuente: www.pichilemunews.cl – 13.08.2023
- Documento de alrededor de 40 páginas, publicado en diversas plataformas, lo replicamos en el marco de los 50 años del Golpe Militar, que aborda las violaciones a los DD.HH., con testimonios de parte de algunos de quienes la sufrieron, según cuentan en este estudio.

Universidad de Chile Facultad de Filosofía y Humanidades
Seminario de grado: Procesos políticos de postmemorias autoritarias. Chile en la segunda mitad del siglo XX.
Relatos desde el litoral: La represión dictatorial en Pichilemu 1973-1977.

Un acercamiento a la verdad Informe para optar al Grado de Licenciada presentado por: Álvaro Cabrera Monsalve

Profesora guía: Azun Candina Polomer
Santiago de Chile 2018

Hoy, entregamos la segunda parte de un total de cuatro.

Un país convulsionado
Con la crisis económica y social instalada, la tensión social se empezaría a notar en las calles con enfrentamientos directos entre grupos de ambos sectores. Una de las protestas que marcó la época, fue la que llevaron a cabo las mujeres del sector oriente y sus empleadas, y que Peter Winn las describiría como una “novedosa manifestación en el centro de Santiago de mujeres de clase media y alta (y sus sirvientas) que golpeaban cacerolas vacías en protesta por una escasez de alimentos que todavía era poco común”33.
Pero no solo eran los sectores civiles antagonistas lo que se enfrascaban en discusiones y peleas, sino que también la clase política. El gobierno de la Unidad Popular, lejos de tener claridad qué camino tomar, si el de la revolución armada o, el de la vía democrática al socialismo como lo habían hecho hasta el momento. Debido a esto, el Gobierno de Allende se junta en dos instancias, la primera en el Arrayán y la segunda en Lo Curro. Winn sostiene que el debate en Lo Curro giró en torno a dos cuestiones: una económica y otra política. El debate político se centró en si el Gobierno de la UP debía establecer una relación de acuerdos con la Democracia Cristiana para llevar un gobierno más duradero y ortodoxo, y por otro lado, si debían prepararse para la revolución o contrarrevolución de carácter marxista-leninista y de carácter bélico. En el ámbito económico, el debate estaba entre avanzar hacia el socialismo ignorando la crisis de una manera más directa, esto es, establecer la revolución de facto o si se debía formar un programa económico ortodoxo, en otras palabras, más cauteloso, que permitiese llevar de manera lenta el plan económico34 .

Al mismo tiempo, se mantenían las protestas fomentadas por la derecha en distintos sectores del país. En el sur, los camioneros de Aysén llamaron a paro para protestar contra los planes de la UP de crear una empresa estatal de camiones que competiría contra los privados. Esto provocó que los camioneros nacionales -que más tarde se sabría que fueron financiados por la CIA- se sumaron a la paralización dando lugar a lo que se conoció como el “Paro de Octubre”. Durante los siguientes días del Paro de Octubre “aumentó la violencia, con brigadas de choque derechistas actuando para imponer el paro y atacando negocios que no adherían a él; los camiones que trabajaban eran atacados y sus conductores baleados, y una fábrica en el sur fue quemada”35

Los últimos días
El país estaba sumido en una polarización política total, la única parcialidad que se denominaba centro era la DC. En ese contexto, se desarrollan las elecciones del congreso en marzo de 1973, que demostraban que la izquierda seguía siendo el sector con más apoyo nacional, pero que tenían en su contra a la DC y a la derecha, que juntos sumaban el 60% del congreso. Peter Winn sostiene que “las elecciones de marzo de 1973 demostraron que Chile estaba dividido por la mitad respecto a la revolución y que, incluso bajo circunstancias tan desfavorables, la izquierda era la fuerza política más poderosa, que requería de una alianza de la derecha con el centro para ser derrotada”36. Así mismo Jaime Rosenblit y Ricardo Nazer describen a la elección de marzo del 73 como:
“la última elección de la antigua democracia chilena. La crisis económica en que se debatía el país frente a los cambios radicales de la Unidad Popular y el boicot interno e internacional, agravaron el conflicto social y político en que se debatía el país, polarizando la convivencia nacional en un clima de enfrentamiento y odiosidades que la clase política fue incapaz de manejar mediante un consenso entre las fuerzas democráticas.”37

El 29 de junio de 1973 se produce lo que se conoce como el tanquetazo, que fue un fallido golpe de estado comandado por el comandante del regimiento blindado N°2, el teniente coronel Roberto Souper “quien estuvo en contacto con elementos de Patria y Libertad y a quien se le había ordenado entregar el mando el día anterior”38. Desde La Moneda, hubo una resistencia por los guardias de palacio, por civiles y gente del GAP39. Más adelante se sabría que el tanquetazo representó un ensayo militar para comprobar y corroborar el tiempo de respuesta de las fuerzas armadas leales al Gobierno de la UP. Por otro lado, el presidente Allende llamó ese día a tomarse las industrias, empresas, y que el pueblo saliera a las calles.

La DC, liderada por Patricio Aylwin planteo la necesidad de “restablecer la confianza de la ciudadanía mediante la representación institucional de las Fuerzas Armadas en el gabinete, el desarme de los grupos militares de acuerdo con la ley de control de armas, la promulgación de la reforma constitucional aprobada por la mayoría opositora respecto a las tres áreas de propiedad y la devolución de algunas empresas tomadas u ocupadas por obreros.”40 Lo que para los altos mandos del PS y del PC fue inaceptable, lo que llevaría a Allende a terminar todo tipo de negociaciones con la DC.

Esta fue la última oportunidad que tuvo Allende para mantener -ilusoriamente- el control del gobierno. Desde el primer momento en que el presidente puso un pie en el Palacio de la Moneda tenía fuerzas tanto internas como externas que tarde o temprano iban a acabar con él y con el sueño del pueblo que lo eligió. Finalmente, el 11 de septiembre de 1973 se da inicio a la dictadura, el período más violento de nuestra historia. La Comisión Chilena de Derechos humanos lo relata así: “aparece evidente que las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen de Pinochet han sido, lejos, las más graves y sistemáticas de nuestra historia patria.”41

Parte 1.2: La descripción de Pichilemu.

Ubicación y situación demográfica:
Pichilemu es una comuna que actualmente pertenece a la Provincia Cardenal Caro en la sexta región del Libertador Bernardo O’Higgins. “La comuna se compone de dos vocablos provenientes del mapudungun: pichi, que significa chico, pequeño; y lemu, que significa bosque. El conjunto constituye el poético nombre de bosquecito”42. Por otro lado, su ubicación absoluta es “34°12’ y 34°37’ de latitud sur y 71° 30’ y 72°0’ longitud oeste”43.
Según el Plan de Desarrollo Comunal de Pichilemu del año 2010 (PLADECO) 44, la comuna se ubica a una distancia de 177 kms. de la cabecera regional, ciudad de Rancagua, y a 121 kms. al sur oeste de la ciudad de San Fernando, y 259 Km de la capital nacional Santiago.

Actualmente la comuna de Pichilemu cuenta una población de 16.394 habitantes45 con una superficie de 749,1 kilómetros cuadrados, representando un 32.5 % de la provincia Cardenal Caro y el 1,6% de la población de la Región del Libertador Bernardo O´Higgins. Hacía 1960 (46), la comuna de Pichilemu se dividía en 25 sectores, que en su mayoría se mantienen hasta el día de hoy. De esos sectores, solo uno era considerado como pueblo. El resto como caseríos, concentrándose, por lo tanto, la mayoría de la población en la zona rural. Más adelante, hacía 1970, la situación demográfica se mantendría de manera similar. Con un total de 8054 personas y una población predominantemente rural, que llegaría a las 5328.
Por otro lado, la población urbana llegaba a las 2726 personas, concentradas en el pueblo que tiene el mismo nombre de la comuna, Pichilemu.47 Actualmente, la tendencia se ha revertido y el pueblo de Pichilemu, hacía 2002, concentraba aproximadamente 9.459 personas, de un total de 12.392.48

Origen institucional:
Chile estaba dividido en provincias durante el gobierno de Manuel Blanco Encalada (1826-1827), las cuales se dividían de norte a sur en: Coquimbo, Aconcagua, Santiago, Colchagua, Maule, Concepción, Valdivia y Chiloé. En 1826 se le asignó a la provincia de Colchagua los territorios comprendidos desde el sur del río Cachapoal hasta el río Maule, dividiendo la provincia, a su vez, en departamentos, los cuales serían: San Fernando, Curicó, Caupolicán y Talca. Esta última sería elegida capital provincial. Más adelante, específicamente en 1854 se cambió la capital provincial a la ciudad de San Fernando.

El autor Diego Grez-Cañete49 relata qué la constitución de 1833 fue la encargada de sentar las bases para la primera división político-administrativa del país, y que para el autor, tuvo trascendencia en el tiempo y acercó a al gobierno a los sectores más alejados del territorio.
Esto porque “a las ya existentes provincias y departamentos, que eran comandados por un intendente y gobernador, se sumaron las subdelegaciones y los distritos”50. El territorio del departamento de San Fernando sería recién dividido en 20 subdelegaciones y 71 distritos en el gobierno de José Joaquín Pérez el año 1867.

Origen Provincial:
La zona costera de la provincia de Colchagua siempre estuvo más alejada que el resto. Es por ello, que en 1910 se propuso en el Congreso la creación de una nueva división administrativa que sería nombrada como el departamento de Rapel. Este sería constituido por “las comunassubdelegaciones de Matanzas (hoy Navidad), Pichilemu, Rosario (posteriormente Litueche), Calleuque (desde 1928, Peralillo), y su capital La Estrella”51.
Ya en 1928, con el presidente Carlos Ibáñez del Campo a la cabeza del país, se fija una nueva división políticoadministrativa que toma forma gracias a los decretos 8.582 y 8.58352, y que en la práctica la provincia de Caupolicán sería anexada por la provincia de Colchagua, quedando así con los departamentos de Rancagua, Caupolicán, Santa Cruz y San Fernando. Rancagua sería la capital de la provincia. Más adelante, el artículo 17 del decreto 8.583 reestructuró el departamento de Santa Cruz, es su cantidad de departamentos y comunas, por lo que el departamento quedaría conformado por las subdelegaciones de: Chépica, Palmilla, Rosario (Cáhuil), Santa Cruz, Pichilemu, Peralillo y Marchigüe.

Durante el Gobierno de Salvador Allende, en 1972, se propone al Congreso la creación del Departamento de Peralillo para descentralizar Santa Cruz. Este estaría compuesto por las comunas de Marchigüe, La Estrella, Pumanque, Rosario y Pichilemu, postulando a Peralillo como capital. Sin embargo, se descartó a Peralillo tanto en su nombramiento como capital como en su inclusión en el departamento. Marchigüe fue la elegida como capital departamental y “se renombró su unidad administrativa como departamento Cardenal Caro, siendo así aprobado por el Congreso Nacional, y promulgado por el presidente Allende en agosto de 1973”53.

Ya en la dictadura cívico-militar y con el plan de la CONARA (Comisión Nacional de Reforma Administrativa, las provincias y departamentos fueron transformadas en regiones y provincias. La actual región fue dividida en las provincias de Cachapoal y Colchagua. Todo ello en diciembre de 1973. Las autoridades fueron notando la necesidad de crear una nueva provincia para la región, esta vez, ubicada en la costa. Con la decisión de crear esta provincia faltaba elegir qué comuna sería la capital de ésta. Las opciones eran tres: Santa Cruz, Pichilemu y Marchigüe.
Finalmente, Pichilemu, se quedó con la capital “gracias al trabajo del comité Pro-Provincia, integrado por los vecinos de Pichilemu”54. Finalmente, la provincia de Cardenal Caro se crearía el 3 de octubre de 1979 integrada por: Pichilemu (capital), La Estrella, Marchigüe, Paredones y Litueche.

Origen Comunal:
La comuna de Pichilemu fue creada en 1891 y la integraron las “subdelegaciones de 12° Peñablanca, 13° Cáhuil y 14° Cocauquén, del departamento de San Fernando”55, esto bajo el gobierno Jorge Montt y la promulgación de la Ley de la Comuna Autónoma el 22 de diciembre. Sin embargo, no es hasta el 6 de mayo de 1894 en que la comuna elige a su primera junta directiva. Según Grez-Cañete, los asistentes fueron José Domingo Fuenzalida, con asistencia de los señores don José María Caro, don Pedro N. de Mira, don Francisco Reyes, don Francisco Cerón, don Leonardo Lizana, don Ceferino Rosales y don Benjamín Calderón. Se eligió posteriormente, y por unanimidad, a José María Caro de primer alcalde, a Pedro N. de Mira de segundo y a Francisco Reyes de tercero. Es así como se conforma el cuerpo dirigencia de la primera Municipalidad.

Pichilemu: Unidad Popular y Dictadura
Se sucederían muchos alcaldes durante la historia municipal de Pichilemu, pero por motivos atingentes a esta investigación nos centraremos en dos momentos Municipales, la alcaldía de Washington Saldías (1971-1973) y la alcaldía designada por la dictadura.

Washington Saldías militaba en el Partido Socialista y su período se extiende desde 1971 a 1973, año que en que es sacado por la dictadura. Grez-Cañete56 nos señala que dentro de sus obras se encuentra la expansión del Hospital de Pichilemu en 122 metros, también solicitó al Ministerio de Educación la creación de un Liceo para Pichilemu, debido al cierre del Liceo Particular José Miguel Camilo. En 1973 ese Liceo vería la luz con el nombre de C-25, hoy conocido como Liceo Agustín Ross. Se logró además avanzar en materias de conectividad con la primera fase de la construcción de la Avenida Costanera, se inició el camino a Cáhuil y se compró maquinaria a nombre de la Municipalidad. El alcalde fue encargado también de crear escuelas rurales, la más emblemática la de Barrancas. También iluminó las plazas principales, la Plaza Arturo Prat y el Parque Agustín Ross, con alumbrado público y además, por primera vez en la historia se les compró uniformes municipales a los funcionarios.

Con la llegada de Pinochet al poder, el año 1973, se revocaron a todos los funcionarios públicos existentes y se designó a funcionarios públicos afines al gobierno militar, sin tener necesariamente experiencia o competencias en el área. Pichilemu no fue la excepción, a pesar de que el alcalde Washington Saldías permaneció en el cargo durante días, “incluso luego que los militares tomaran posesión del edificio consistorial y destruyeran algunos documentos municipales”57.

El primer alcalde designado fue Carlos Echazarreta Iñiguez quien fuera regidor, y se mantuvo en el cargo entre el 25 de septiembre y el 10 de noviembre de 1973.
Asumiría el 7 de diciembre del mismo año Víctor Urrutia Carrasco, empresario local. En el período de Urrutia se destaca entre otras cosas la inauguración de la balsa que atravesaba la laguna Cáhuil, el inició de los trámites para la pavimentación entre Alto Colorado y Pichilemu y qué la Cooperativa de Agua de Agua potable de Cáhuil pasara a ser administrada por la Dirección de Obras Sanitarias del Ministerio de Obras Públicas.

Es así como se sucederían las alcaldías designadas durante el período 73-89 hasta el retorno a la democracia, donde nuevamente el pueblo Pichilemino podría elegir sus representantes otra vez.

Capítulo II
Parte 2.1: La represión del régimen y sus características.
Desde el término de la dictadura hasta nuestros días, se han hecho incontables esfuerzos para acercarnos a una cifra real sobre cuánta gente sufrió terrorismo de Estado y sobre quién se aplicó. Los informes de la Comisión sobre Política y Tortura I y II, más conocido como Informe Valech y de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación I, II y III, más conocido como Informe Rettig, apuntan en esa dirección. Gracias a estos informes, y de otros estudios que siguen la misma lógica, es posible acercarnos y describir de manera general a los grupos que se les aplicó terrorismo de Estado y también las características de la represión de la dictadura en Chile.

Para Pablo Policzer, un elemento central en la política es “la coerción, es decir, la amenaza de emplear fuerza física y el empleo real de esa fuerza”58. Fruto de ello, es la validación histórica de la fuerza militar en los Estados y su monopolio de la fuerza física. Sin embargo, cuando la violencia es usada para perseguir a los mismos habitantes de un país, en pos de un proyecto político central y único, en el cual las violaciones a los derechos humanos son una estrategia política real y validada por el aparato burocrático, nos encontramos con un régimen autoritario.
El régimen de Pinochet se caracterizó por sus niveles extremos de violencia, la cual “fue empleada no solo en su fase inicial o de instauración, como otros regímenes militares, sino en todo su desarrollo, especialmente cuando consideraba amenazada su estabilidad” 59.

Esta extrema violencia está enmarcada -y validada desde su mismo sector- en la idea de una guerra interna, en la cual, el enemigo final era el marxismo. Verónica Valdivia, da cuenta de que esta guerra no solo era en términos físicos, sino que, también en términos ideológicos ya que según la autora “la guerra declarada al marxismo y la izquierda no buscaba solamente su derrota política, sino fundamentalmente ideológica, y, por tanto, requería de estrategias que fueran más allá de la represión, las que implicaban resocialización de los sectores populares”60. Siguiendo esta misma línea, Tomas Moulian, caracteriza a la dictadura chilena como una de carácter terrorista y revolucionaria, ya que esta sustenta el orden sobre el terror, y para ello, utilizar el terror sobre los cuerpos era algo imperante, justificado y necesario. El autor además agrega que “una dictadura revolucionaria de corte terrorista es aquella donde el instrumento central es el poder-terror, poder para reprimir y para inmovilizar, pero también poder para conformar las mentes a través del saber, de un saber”.61

Lo anterior, es solventado ideológicamente porque las Fuerzas Armadas chilenas, estaban adscritas al pensamiento de Seguridad Nacional provenientes de la escuela “estadounidense y la influencia francesa, los cuales asignaban a las fuerzas armadas la 58 Policzer, Pablo. 2014. Los modelos del horror. Represión e información en Chile bajo la Dictadura Militar. Santiago. LOM Ediciones. P.19 59 Huneeus, Carlos. 2016. El régimen de Pinochet. Santiago. Taurus. P.62 60 Valdivia, Verónica. 2010. ¡Estamos en guerra, señores!
El régimen militar de Pinochet y el “pueblo”, 1973-1980”. Historia. I (43): P.166. 61 Moulian, Tomás. 2002. Chile Actual. Anatomía de un mito. 3ª ed. Santiago, Chile. LOM. P.166 18 responsabilidad de la existencia de la nación”62.
Además, el nuevo proyecto país, basado en la represión, crea ciudadanos de primera y segunda clase. Los buenos y los malos. Los que querían una sociedad libre de marxismo, y los marxistas. Es en ello, que las FF.AA. justifican la represión, porque el marxismo es un cáncer, una enfermedad, una pandemia que no tiene cura, salvo la muerte. La Comisión Chilena de Derechos Humanos, en su obra señalan que: “la ejecución de los actos más viles y brutales de la represión se explica principalmente por una ideología de seguridad nacional que fundamentó una suerte de refundación del país sobre la base de un coherente modelo económico social y cultural neoliberal”63.

Concluimos, entonces, que la represión emanada por parte de la dictadura chilena tenía un componente ideológico central, el cual fue utilizado para validar las más atroces violaciones a los derechos humanos en un contexto de guerra interna.


Parte 2.2: Las víctimas a nivel nacional.
Las víctimas del terrorismo de Estado son extensas64, y a su vez los grupos etarios a los cuales afectó. Sin embargo, para intereses de esta investigación, nos enfocaremos en tres partidos políticos: El Partido Socialista, Partido Comunista y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria.65 Es necesario también señalar, que la represión en Chile, según acuerdo de la literatura tiene tres etapas distintivas, cada una de ellas con características específicas y representadas con un órgano represor cada una.

La primera etapa, que abarca 1973 está caracterizada por la represión “desorganizada” de las fuerzas militares.
La segunda etapa, que abarca desde 1974-1977, es dominada por la Dirección Nacional de Inteligencia, más conocida como DINA.
La tercera etapa, que abarca desde 1977-1990 y que es comandada por la Central Nacional de Informaciones, conocida como CNI. Nuevamente, para efectos de esta investigación se contemplará solo el período de 1973-1977.
El año 1973 fue el año en que más víctimas gravísimas hubo. Esto debido, a que, por un lado, la represión no estaba organizada institucionalmente y solo respondía a tomar el control político lo más rápido posible.

33 WINN, Peter. 2013. La revolución chilena. Santiago. LOM Ediciones. P.94
34 Ibid. P.103.
35 Ibid. P.107-108.
36 Ibid. P.116
37 Nazer, Ricardo y Rosenblit, Jaime. 2000. Electores, sufragio y democracia en Chile: Una mirada Histórica. Mapocho. Revista de Humanidades y Ciencias Sociales. Chile. (3): 221.
38 Brian Loveman y Elizabeth Lira. 2000. Op. Cit. P.382.
39 Grupo de Amigos del Presidente, círculo más cercano al Presidente que estaban encargados de la seguridad.
40 Brian Loveman y Elizabeth Lira. 2000. Op. Cit. P.385.
41 Comisión chilena de Derechos Humanos, Fundación Ideas. 1999. Nunca más en Chile.
Síntesis corregida y actualizada del Informe Rettig. 2da Ed. Santiago. LOM Ediciones. P.6
42 GREZ-CAÑETE, Diego. 2017. Crónicas de Pichilemu. Una mirada al pasado, un vistazo al presente. Pichilemu. 2da ed. El Marino producciones. P.14
43 PAC Consultores. 2010. Plan de desarrollo comunal de Pichilemu. Tomo I. Caracterización diagnostico técnico comunal. P.53
44 Ibid. P.53-88
45 Censo 2017. Instituto Nacional de Estadística.
46 Entidades de Población (Censo Población) Provincia de Colchagua. P.10
47 República de Chile, Instituto Nacional de Estadística. Población de Colchagua, XIV censo de Población y III de vivienda.
48 PAC Consultores. 2010. Op. Cit. P.86.
49 Ver GREZ-CAÑENTE, Diego. 2016. Provincia Cardenal Caro. Institucionalidad y autoridades locales. Pichilemu. El marino producciones
50 Ibid. P.12
51 Ibid. P.48-49
52 Decreto con Fuerza de Ley 8582. 30 de diciembre 1928. Ministerio del Interior. En: <https://www.leychile.cl/N?i=5656&f=1928-02-01&p=>>
53 GREZ-CAÑENTE, Diego. 2016. Op. Cit. P.51
54 Ibid. P.52
55 Ibid. P.24
56 GREZ-CAÑETE, Diego. 2017. Camino al progreso. Historia municipal y personajes destacados de Pichilemu. 2da ed. Pichilemu. El Marino Producciones. P.86-91.
57 Ibid. P.89
58 Policzer, Pablo. 2014. Los modelos del horror. Represión e información en Chile bajo la Dictadura Militar. Santiago. LOM Ediciones. P.19
59 Huneeus, Carlos. 2016. El régimen de Pinochet. Santiago. Taurus. P.62
60 Valdivia, Verónica. 2010. ¡Estamos en guerra, señores! El régimen militar de Pinochet y el “pueblo”, 1973-1980”. Historia. I (43): P.166.
61 Moulian, Tomás. 2002. Chile Actual. Anatomía de un mito. 3ª ed. Santiago, Chile. LOM. P.166
62 Valdivia, Verónica. 2010. Op. Cit. P.167.
63 Comisión chilena de Derechos Humanos, Fundación Ideas. 1999. Op. Cit. PP. 8-9.
64 Según el Informe de Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación las víctimas “gravísimas” de violaciones a los derechos humanos son cercanas a las 3.000 entre 1973-1990.
65 Se llamará desde este momento PS al Partido Socialista; PC al partido Comunista y MIR al Movimiento de Izquierda Revolucionaria.

(Continúa el próximo domingo con la tercera entrega, de un total de cuatro).

Fotografías: Archivos Internet