Fuente: www.pichilemunews.cl – 03.10.2021
– Aunque lo más probable que esta fecha hoy sea irrelevante para algunos, hoy -sin embargo- marca un antes y un después para las seis comunas que la integran: Navidad y Litueche por el norte, La Estrella y Marchigue por el oriente, Paredones por el sur, y Pichilemu -su capital- por el poniente.
– No obstante, las palabras “descentralización”, “justicia”, “derechos”, “equidad”, no está dentro de los discursos de los “políticos” cuando se trata de avanzar en un mejor porvenir de la provincia Cardenal Caro.
En efecto, todo el desarrollo y adelantos -no obstante las falencias en salud y la educación, principalmente- logrados en estos cuarenta y dos años son producto de la división administrativa que le dio entonces el gobierno militar que encabezaba el General Augusto Pinochet Ugarte, quien junto a altas autoridades que le secundaban, las autoridades civiles y delegaciones de cada comuna que integraban la nueva provincia le vio firmar documentación -atingente sobre su creación- en la Avenida Ortúzar, en medio de la alegría de todos los asistentes.
Fuimos testigos directos de aquellos momentos que marcaron el inicio de un ciclo que, aunque está inconcluso -como dijimos en el aspecto salud, educación y en otras áreas- las esperanzas de décadas empezaron en forma sostenida a convertirse en realidad.
Solo un obtuso puede no darse cuenta de la realidad -en todo aspecto- que había antes del 3 de octubre de 1979, a la que empezó a gestarse a partir de aquello que sucedió ese día memorable de hace 42 años.
Fuimos testigos de ese momento, como durante casi treinta años oímos de parte de los políticos de todos los colores construirnos camino pavimentado (más de 70 kilómetros sin pavimento era la distancia de Pichilemu hasta las cercanías de Peralillo, donde llegaba el pavimento, entonces), nos construían muelles, nos mejoraban el servicio de transporte de pasajeros por ferrocarril (donde cada vez el servicio era deficiente, donde lo único que aumentaba eran los funcionarios, mientras la inconciencia de muchos lo hacían económicamente un “lastre”).
Si bien muchos añoran hoy el “tren a Pichilemu” y lo piden que vuelva, ignoran que un servicio semejante utiliza combustible que -el que sea- hay que financiarlo, pagarlo con el importe del pasaje correspondiente.
Hoy, la mentalidad que impera es no pagar nada.
Por cierto, el romanticismo de aquellos viajes en tren a la costa se añoran y se recuerdan como una experiencia imborrable, pero la realidad indica otra cosa. Es cosa de preguntarse, ¿qué han hecho en ese sentido los gobiernos de los últimas tres décadas, en el ramal San Fernando-Pichilemu?
Y, ¿en educación? Nada concreto hasta ahora, excepto esperanzas que flotan en el aire, excepto -tras gestión de Movimientos Ciudadanos, más que de autoridades- para que hipotéticamente se instale en nuestra provincia un “anexo” del Centro de Formación Técnica, CFT, del Estatal que por Ley debiera haber estado ya funcionando en la región; pero los “políticos de siempre” lo dejaron donde no debía. Pues dejaron a la provincia Cardenal Caro -la única que no tiene enseñanza superior- sin esa posibilidad de desarrollo. ¿Políticos dije?, los pelotas de entonces que siguen jugando con el destino de nuestra provincia.
¿En Salud? En esta área -si bien hay un Hospital nuevo en perspectiva- no resolverá los grandes problemas que significa no contar con algunas especialidades. Seguirá funcionando como hasta ahora con médicos generales, los que después de un tiempo, se van a especializarse pero que no vuelven, sino siguen su apostolado en ciudades que ofrecen mejores horizontes y perspectivas económicas.
Fotografías: Archivos WSG/”pichilemunews”
