Desde México para Chile
Fuente: www.pichilemunews.cl – Por: Gloria González Castro (*) – 19.10.2025
En el año 2017, iniciamos junto al escritor magallánico-colchaguino Mario Isidro Moreno, una serie de intercambios, llevando embajadas culturales a Chile y trayendo al país azteca algunos grupos representativos de las tradiciones chilenas.
Producto de estas experiencias nos dimos cuenta de las similitudes que ambos países tienen en su cultura popular, lo que fue escrito en nuestro primer libro “Compendio y analogías de las culturas tradicionales de Chile y México”.
En mis visitas posteriores a ese país, tuve la oportunidad de conocer la región del Libertador Bernardo O´Higgins, esencialmente Santa Cruz, en cuyo museo me llevé una gran sorpresa porque, siendo heredera de una familia ferrocarrilera mexicana, contemplé admirada un tren que se exhibía en el Museo de Colchagua, con su máquina a vapor, sus carros y su correspondiente estación, mediante lo cual se grafica la importancia que tuvo este convoy que recorría el ramal de San Fernando a Pichilemu.
Al estar en ese ambiente ferroviario, recordé con nostalgia cuando junto a mis 11 hermanos le colaborábamos a nuestro padre en sus tareas de Jefe de Estación, que desempeñó durante años en los Estados de Durango, Guanajuato y Michoacán, entre otros.
Así como en Chile se destaca la creación en los primeros años del siglo XX del tren al balneario de Pichilemu, que condujo por las vías paralelas a cientos de pasajeros locales y turistas, también los ferrocarriles mexicanos tuvieron su importancia en el transporte de tropas rebeldes.
Fuimos, con mis hermanos, testigos de la exhibición de esas máquinas que quedaron como una muestra de esta gesta heroica revolucionaria impulsada por Francisco Madero, Emiliano Zapata, Francisco Villa, Venustiano Carranza y Álvaro Obregón.
Los primeros años del Siglo XX vieron la trascendencia histórica del funcionamiento de estos ferrocarriles hermanos: el chileno que transitaba por el ramal de San Fernando a Pichilemu, cumpliendo funciones de transporte de pasajeros y carga, conectando el valle central con la costa y fomentando el desarrollo de la zona, siendo este servicio fundamental para el desarrollo de la región, permitiendo la movilización de personas y el traslado de productos agrícolas y otros bienes.
Por su parte, los trenes de la revolución llevaron a los luchadores de la libertad, logrando con su triunfo la promulgación de la Constitución de 1917, que estableció las bases del México moderno al incluir derechos sociales y laborales, la reforma agraria, la nacionalización de los recursos naturales y la no reelección presidencial. Esto consolidó importantes cambios en la estructura del país, como el derecho a la educación pública, la reforma de la ley educativa y el reparto de tierras a los campesinos.
(*): Doctora en Educación, desde Morelia, capital del Estado de Michoacán.
Fotografías: Gentileza de GGC.
