Fuente: www.pichilemunews.cl – Por: Ramón Lizana G. (*) – 21.06.2024
Cuando estamos ad portas de que se inicien las campañas para un nuevo periodo de elecciones municipales, encontramos ya a muchos personajes que se encuentran mostrando su mejor imagen tanto en su aspecto físico como sus grandes virtudes orientadas hacia lo social y humano.
Los mensajes de profundo sentimiento humano ya se empiezan a repetir en las redes sociales preferentemente en las radioemisoras locales, facebook, tik tok, reels e Instagram. Por cierto, llama la atención el halago continuo que se observa por algunas radios hacia ciertas autoridades destacando de sobremanera los quehaceres que desarrollan y ocultando los problemas reales que se denuncian a diario en la comuna.
Igualmente resulta alarmante como ciertas autoridades se auto halagan señalando sus muchos méritos con lo cual están ejerciendo su cargo.
La publicidad es un mecanismo muy poderoso si se utiliza para adoctrinar al receptor. Persuadir con conceptos y promesas manteniendo un slogan subliminal que inconscientemente reciba la persona a la cual va dirigido, con seguridad va a obtener un resultado positivo considerando que el mismo se repetirá durante un periodo determinado hasta que alcance un alto grado de concientización.
Otro mecanismo publicitario que se está observando son las repetidas apariciones públicas que los futuros candidatos y los que están pensando reelegirse, manifiestan públicamente. Increíblemente se repiten en el diario vivir como si fueran los artífices de la concreción de algún objetivo y lamentablemente el grupo ciudadano queda convencido de que fueron esos personajes quienes contribuyeron al logro del problema que les fue solucionado.
Finalmente, y más adelante escucharemos las promesas que beneficiarán directamente al elector y a su grupo territorial acompañando dichas ofertas muchas veces con prebendas monetarias o artículos de uso necesario.
El cargo de alcalde de una comunidad se debe entender que se reduce a un mero administrador de los recursos que el ciudadano aporta con sus impuestos y los concejales como autoridades complementarias están obligadas a examinar y utilizar el mejor de sus criterios en la aprobación de los proyectos que se evalúan para su ejecución en pro de la comunidad. De esa forma, la ocupación de dichas autoridades no tiene porqué extralimitarse a exhibiciones públicas arrogándose méritos que le corresponden a toda la comunidad.
La publicidad bien dirigida provoca adoctrinamiento y hacia esa dirección apuntan los candidatos. Las ofertas y las promesas enfocadas en las desgracias y penurias de la gente surtirán un efecto sensible en la conciencia del votante.
Por cierto, que lo que debe quedar muy en claro es que el ejecutivo municipal no es más que el encargado de buscar satisfacer las necesidades de la población en forma equitativa y beneficiosa y no es más que eso.
A la fecha la expresión: “dad al César lo que es del César” difícilmente se cumple toda vez que el desorden y el caos que predomina en distintos sectores de la comunidad causan cada vez mayor asombro.
El abandono del casco viejo, el derroche de dinero en personal municipal, el repetido problema de los accesos de ingresos y salidas de Pichilemu, la recuperación de los bienes públicos y la problemática del patrimonio son algunos de los grandes problemas que aquejan a este pueblo que cada vez se ve más lejano en el horizonte como para convertirse en ciudad.
Atendiendo lo anterior deberíamos preguntarnos en qué manos estamos y en qué manos estaremos ….
(*): Profesor U. de Concepción