
Fuente: www.pichilemunews.cl – 12.07.2021
– Suele decirse o exclamarse en algunas circunstancias “¡que chico es el mundo!”, “el mundo es como un pañuelo” para referirse a coincidencias, similitudes o encuentros fortuitos de personas conocidas y/o amigas de un mismo lugar, en un lugar distinto del habitual, a veces después de años de verse.
– Ello, incluso no siendo amigas, puede motivar a un saludo amable, de alegría, sorpresa. E, incluso entablarse una conversación, como si se conocieran toda la vida …
– Esta reflexión, que lo motiva situaciones reales que, a cada uno le puede suceder, es para llevar a otro plano estas palabras, en un intento de explicar lo que un artículo leido recientemente en un diario, nos ha llevado a concatenar una serie de hechos que, distantes unos de otros, tiene una conexión con la música, las ciudades del titular con lo siguiente ….
En efecto, el próximo 8 de agosto, un joven y talentoso chileno -Luis Hernán Toro Araya- estará dirigiendo en un concierto presencial, a la Camerata Salzburgo, “en el legendario Festival Salzburgo”, en la fecha programada.
Según expresó en un contacto telefónico con “Artes y Letras” de El Mercurio, explicó que para llegar a esa instancia tuvo que concursar. Ahí, llegaron más de 250 aplicaciones; agregando que en un primer corte, el jurado hizo un primer filtro que dejó a ocho (8) concursantes, los que tuvieron que dirigir, en mayo y en vivo, a un ensamble contemporáneo y a la Orquesta Mozarteum de Salzburgo. “De esta manera -agregó- se llegó a una lista corta con solo tres músicos, entre los que quedó”.
Pero no solo es este logro que lleva por nombre “Herbert von Karajan Young Conductors Award”, y cuyo premio es haber quedado seleccionado entre los tres finalistas para dirigir presencialmente a la Camerata Salzburgo.
¡No!, pues el 9 de junio recién pasado se dio a conocer que el músico de 25 años quedó seleccionado como uno de los seis finalistas del Concurso Internacional de Dirección de Rotterdam, Holanda. Esta final está programada para mayo y junio de 2022.
¿Cuál es la vinculación de este artista revelación con nuestra región y ciudades mencionadas?
Luis Hernán Toro Araya es intérprete de violín de San Vicente de Tagua Tagua, hijo del destacado músico de larga trayectoria en la docencia que, por décadas, viene desarrollando una importante labor a través de la Escuela de Música en esa comuna de nuestra región. Nos referimos al maestro Manuel Toro Trujillo ….
Un sueño
Manuel Toro Trujillo -como maestro y Director- junto a la Banda Instrumental de “San Vicente de Tagua Tagua ha ido muchas veces a Pichilemu a tocar en desfiles cívicos, actos artísticos, culturales, inauguraciones de torneos deportivos; a quien conocimos en los años ’80. Todo eso fue más o menos hasta los años 2000 ….
Pues, corriendo la segunda mitad de la década siguiente, tras una presentación de la Banda Instrumental de San Vicente de T.T., en la Pista Municipal, junto con saludarlo y felicitarlo por la actuación, le preguntamos si podía apoyarnos para presentar un proyecto en el municipio pichilemino, con el propósito de crear en nuestra comuna una Banda Instrrumental similar.
Su respuesta fue casi instantánea, acogiendo nuestra solicitud; iniciativa que se concretó después de un tiempo, al coordinarse una reunión en el Concejo Municipal.
Fue así, como el músico y director Manuel Toro Trujillo -en Enero de 2000- participó ante la instancia citada, de la que formábamos parte, dando a conocer todos los detalles pertinentes, número promedio de integrantes, costo aproximado de instrumentos (los que podían conseguirse de segunda mano, o donados por otras instituciones), costo de un director y ayudante. Incluso, presentándonos a un músico que le acompañaba, don Erasmo Peña Leiva, también de vasta trayectoria y que estaba dispuesto a venirse a Pichilemu para enseñar y formar a los futuros músicos pichileminos.
Felizmente, el proyecto no era imposible de llevar a cabo y el Concejo Municipal por unanimidad aprobó la iniciativa presentada, la que venía siendo gestionada desde 1996. Se contrató al Director y ayudante. Se invitó a niños de ambos sexos de las escuelas y colegios y se empezó a trabajar, previa compra de instrumentos.
Con el correr de los meses de ensayos y crecientes avances, se fijó como fecha para el debut oficial el 18 de Septiembre de ese año. Al tiempo que los papás y apoderados de los niños de la Banda se organizaron y, a través de diversos beneficios y actividades, reunieron los recursos para los uniformes.
Con todo el entusiasmo, dedicación y esfuerzo, ese 18 de Septiembre de 2000 debutó la Banda Instrumental Municipal, entregando en cada presentación su talento y repertorio creciente; transformándose al poco tiempo en un orgullo de Pichilemu.
Según los propósitos era, que esta Banda Instrumental Municipal -que acogía a todos los estudiantes, indistintamente el colegio y/o escuela en que estuviera- para ser la base de la futura Orquesta Sinfónica Infantil Juvenil de Pichilemu.
A través del tiempo, fueron pasando directores como don Erasmo Peña junto a su ayudante, tras lo cual quedó otro de sus ayudantes, el músico Eduardo Moyano -proveniente de la Fuerza Aérea de Chile- quien sigue al frente de su dirección; pero con el mismo compás de años y sin un viso que se convierta en el anhelo de quienes fuimos parte de la creación de esta iniciativa musical.
Por cierto, no es una responsabilidad total del músico, sino del apoyo nimio que las distintas autoridades comunales le han brindado desde que asumió al frente de la Banda Instrumental Municipal.
Quizás, veremos en un futuro cercano al alcalde y concejales que tengan la visión de concretar ese sueño que, tal pareciera, no es compartido o, quizás, no da los réditos que cada uno quiere sacar de sus acciones y apoyos. Ya veremos …
Pero este proyecto musical pichilemino no es del año 2000, cuando empieza a tomar forma. ¡No!, viene de mucho más atrás. De cuando en los años cincuenta -en edad escolar primaria- veíamos cada verano en un par o más ocasiones, a una Banda Militar que llegaba a vacacionar desde el Regimiento “Colchagua”; donde las autoridades municipales de ese tiempo les invitaban a dar retretas al mediodía en la Terraza -hay testimonios fotográficos de ello- y en la tarde, en la Avenida Ortúzar, la principal arteria del balneario.
Posteriormente, ya en la década del ’60 y principios del ’70, las autoridades municipales, facilitaban una Escuela o la misma Pista Municipal, para que llegará el maestro Luis Durán con su “caterbá” de niños del Hogar de Menores de Santa Cruz, con los cuales había formado una gran Banda Instrumental.
Con el apoyo municipal, por un lado, y del comercio local para la alimentación, permanecían unas dos o tres semanas, donde aparte de veranear y tomar otros aires, cada atardecer, durante una hora sorprendían a la comunidad local y veraneantes cuando hacían su paseo por Avenida Ortúzar, entre las 19 y 20 horas apróximadamente.
Claro, porque -para llamar la atención- el maestro Durán conseguía previamente que ya de una casa particular, de segundo piso, u hotel, desde las ventanas o balcones, salían los sones de trompetas, una a la vez y distante unas de otras, el inicio de las retretas que hacían un ambiente más grato de cientos de personas durante una hora, escuchando diferentes ritmos musicales, muchos de los cuales estaban en boga.
Y tras dos o tres temas interpretados, solícitos niños -todos uniformados como la Banda- en sus gorras iban recaudando la cooperación. Lo que permitía mejorar el menú de los días siguientes.
Todo ello, debemos confesar, lo mirábamos con asombro y admiración. Ver a niños como uno tocar diversos instrumentos fue, seguramente, importante en el deseo de llegar algún día a tocar alguno de ellos. En parte, ese sueño lo cumplimos cuando fuimos por los años ’60 “cajista” de la Banda de Guerra de la Escuela “Cardenal Caro”.
Y más tarde, siendo alumno del Liceo “Miguel Luis Amunátegui”, en Santiago, aunque logramos construir una guitarra eléctrica -como parte de la asignatura de Artes Manuales- con la ayuda del maestro y tío Oscar, quien me “construyó el brazo, con los diferentes puentes y/o trastos” y tras terminado el cuerpo, enviamos la guitarra a un taller de pintura para su lacado. Luego de eso, pusimos los accesorios correspondientes, incorporando un micrófono ad hoc, potenciómetro, clavijas y cuerdas. Y, por supuesto, compramos un pequeño equipo amplificador para que pudiera sentirse el sonido correctamente. Me saqué un siete por el trabajo terminado, con ayuda, pero aparte de uno que otro punteo, hasta ahí terminó mi entusiasmo.
Aunque siempre permaneció nuestra cercanía con la música, pues el profesor de Musica. Sr. Guerra, nos hacía ir -en temporada de invierno- a los Conciertos de la Orquesta Sinfónica de Chile, donde fuimos testigos de la incursión del joven director Juan Pablo Izquierdo, a las funciones que se realizaban en el Cine Asthor, el día domingo, en calle Estado.
La asistencia era si o si a aquellos conciertos de música clásica. Lo que a cada uno nos aseguraba el “siete” y mejorar nuestro promedio de notas.
Todos estos recuerdos, fueron importantes cuando desde que el año 1996 asumimos en el Concejo Municipal trabajamos por concretarlos, como otras iniciativas culturales y artísticas. Unas fueron una realidad, otras a medias, pero no por falta de empeño, constancia, sino por la desidia de algunos que no se comprometieron como debía, como nosotros lo hicimos con las planteadas en otros ámbitos y que apoyamos ….
¿Valió la Pena?
A varias décadas de esta concatenación, podemos decir que pese a que no todo ha funcionado como se esperaba, igual valió la pena, no solo en los esfuerzos propios, sino en los de los demás considerados, pues los frutos siguen conociéndose para orgullo de sus mentores -los maestros Manuel Toro Trujillo, Luis Durán Aguilera y Erasmo Peña Leiva, y también Eduardo Moyano- como es el caso del jovén que dirigirá en Europa próximamente, como de los centenares de músicos que han nacido bajo el alero que aún mantiene en San Vicente de Tagua Tagua.
Igual cosa sucede con las decenas de músicos destacados y que siguen siendo parte de orquestas, agrupaciones musicales, bandas militares. Incluso como directores, que fueron alumnos -incluso algunos, hijos del maestro Durán- que tanto en San Vicente de TT, primero, y posteriormente en Santa Cruz formó y enseñó, y donde se quedó hasta el final de sus días, lo que ocurrió el 18 de agosto de 1979.
¿La comunidad regional les ha reconocido estos méritos y logros a estos formadores de músicos y “mejores personas”?, algunos de los cuales -quizás- sin la música no hubieran llegado más allá por sus realidades y falta de oportunidades.
Sabemos que, en el caso del maestro Luis Durán, el municipio santacruzano le distinguió con el nombre de una calle que lleva el nombre de “Músico Luis Durán”. Algo es algo …. Esperamos que las autoridades, no importa de qué nivel sean, algún día valoren el aporte de la labor que siguen haciendo en la música quienes aún están de cuerpo presente.
Y, finalmente, felicitar -por los logros de su hijo- a don Manuel Toro Trujillo y, cómo no agradecer una vez más, su gestión para que, al menos, el año 2000 se haya creado la Banda Instrumental Municipal de Pichilemu.
Biografía
Buscando más información sobre el joven músico chileno Luis Toro Araya, acá la biografía que aparece en Internet.
“His talent represents the best of young conductors in the world today.” — Garrett Keast
Elogiado por sus profundas interpretaciones y fuerte temperamento musical, Luis Toro Araya destaca en los últimos años como uno de los jóvenes directores más atrayentes de su generación. Recientemente fue seleccionado como finalista del International Conducting Competition Rotterdam (ICCR) y también como finalista del Herbert von Karajan Young Conductors Award, donde conducirá a la Camerata Salzburg en marco de los 100 años del Festival de Salzburgo.
En la temporada 2018/2019 debutó con gran éxito en su país natal con la Orquesta Clásica USACH y la Orquesta Sinfónica de La Serena. Además ha trabajado junto a orquestas como la Orquesta Sinfónica Estatal de Tesalónica, la Staatskapelle Weimar, la Berner Sinfonieorchester, la Olten Filarmoni de Izmir y la Südwestdeutsche Philharmonie Konstanz. Luis Toro Araya es además director musical de la Jugendorchester Köniz de Berna desde el año 2019.
“A born conductor, he forges a unique connection with the musicians.” — Helmuth Reichel Silva
Nacido en 1995 en San Vicente de Tagua Tagua, Chile, realizó sus estudios de violín en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y en la Escuela Moderna de Música con Alberto Dourthé Castrillón, posteriormente integró la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile entre los años 2014 y 2017. En 2015 inició su formación en dirección orquestal con los directores Jorge Rotter, Leonid Grin, Garrett Keast y Helmuth Reichel Silva, con quien colabora regularmente como asistente en diversos proyectos en Chile y Europa.
En clases magistrales ha podido trabajar con maestros como Bernard Haitink, Paavo Järvi, James Lowe y Larry Rachleff, entre otros. Luis Toro Araya realizó sus estudios de Dirección Orquestal en la Hochschule für Musik Franz Liszt de Weimar con el Profesor Nicolás Pasquet y en la Zürcher Hochschule der Künste de Zúrich con el Profesor Johannes Schlaefli.
Fotografías: Amanda Protidou/Josefina Pérez Miranda/El Mercurio/Archivo “pichilemunews”
