
Fuente: www.pichilemunews.cl – 18.12.2024
El orgulloso papá del músico -el profesor y director de un Colegio Artístico en Machalí, Víctor Mauricio González- nos da la primicia. Será el 22 de diciembre próximo y traerá un repertorio de “película” junto a la Orquesta Sinfónica Metropolitana que dirige; siendo este concierto -dijo su padre- una de sus últimas actividades antes de viajar a Europa a perfeccionarse.
La cita será en la Plaza “Arturo Prat” donde, desde las 20 horas, le espera un espectacular repertorio que transportará al público adulto a los grandes clásicos del celuloide y que, en más de alguna ocasión, vimos más de alguna vez en el cine.
Aunque desde muy niño sus habilidades musicales se hicieron notar -cómo no, si en la sangre traía los genes musicales y artísticos de su familia- es el año 2000 con la creación de la Banda Instrumental Municipal de Pichilemu, cuando ingresa junto a otros niños y más jóvenes, siendo la primera promoción, aprendiendo música de la mano del maestro y director de bandas, don Erasmo Peña Leiva, con una amplia trayectoria musical.
Podría haber elegido cualquier instrumento para ejecutar, interpretar. Ya antes del 2000 dominaba el piano eléctrico y otros instrumentos, gracias a su facilidad para aprender, de oído. Sin embargo, conoce el clarinete y el saxo y se decide por el primero, donde tras pasar a integrar la Orquesta Sinfónica Infantil Juvenil de Rancagua, la Escuela Moderna de Música, a través de concurso postula a la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Concepción. Tras unos años, de igual manera concursa en la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Chile. Al tiempo que, paralelamente, estudia dirección orquestal y, crea junto a otros músicos y compañeros -primero- el grupo Alevaré, y posteriormente la Flor del Recuerdo con un repertorio a los Boleros, donde él es el ejecutante del Requinto.
Hasta que, este año debutó como Director de Orquesta -concierto al que asistimos- en la Sala Magna de la Universidad de Santiago con notable éxito, que sigue repitiendo. Pero no es todo. Quiere más, y en ese momento ya estaba pensando en cruzar el gran charco para llegar a otra dimensión en la cuna de grandes compositores de música docta.
Según Víctor -su padre- el cual el mes pasado estuvo de pasada por Pichilemu, y al preguntarle por Cristóbal no contó que estaba preparando maletas; pero ayer -cuando nos cuenta de su concierto en Pichilemu- nos dice que su partida es más próxima de la planeada.
A donde quiera que su talento y pasos lo lleven, sin duda que buscará perfeccionarse, aprender más y dar satisfacciones no solo a sus padres, a familiares cercanos entre los que estamos, sino a nuestro país, pues sus pasos en la música así lo demuestran.
Un orgullo que también lo sentimos en lo personal, cuando estuvimos cerca de tres años impulsando la creación de la Banda Instrumental Municipal, para que fuera la base posterior a una Orquesta Sinfónica Infantil Juvenil, cosa que, al cabo sus autoridades nunca le han dado la importancia ni el apoyo debido para llegar más arriba. Solo tenues impulsos que no han prendido; pero no porque no haya talento en nuestros niños y juventud, sino porque las autoridades de turno, miran a la agrupación musical sin la convicción, ni comprender la relevancia e importancia que tiene. A estas alturas, al cabo de 24 años quizás habría que preguntarse si son las cabezas de los niños y jóvenes o la de los adultos las que están al debe.
Imágenes: Pantallazos Video
