Fuente: ADN Radio – Por: Javiera Rivera – 11.02.2025
Además, es un sitio privilegiado para el avistamiento de aves, convirtiéndose en un destino ideal para los amantes de la naturaleza.
Si estás buscando un destino tranquilo y lleno de belleza natural para escapar este verano, Cáhuil es la opción perfecta. Ubicado a solo 12 kilómetros al sur de Pichilemu, este encantador pueblo de apenas 600 habitantes combina mar, estero y una biodiversidad única.
Rodeado de cerros y bosques, Cáhuil se encuentra junto al estero Nilahue, que en invierno, con la crecida de sus aguas, desemboca en el mar. Este fenómeno permite la entrada de agua salada al estero, creando un ecosistema único donde conviven peces, mariscos y una gran diversidad de aves.
Además, este proceso natural favorece la producción artesanal de la reconocida Sal de Cáhuil, un producto tradicional que forma parte del patrimonio local.
Uno de los grandes atractivos de Cáhuil es su oferta gastronómica. Sus restaurantes y hosterías, abiertos durante todo el año, ofrecen productos frescos de la zona con una amplia variedad de platos.
Desde locos con mayonesa y ostras con limón hasta pailas marinas, piures, ceviches de reineta o corvina y empanadas de mariscos. También puedes disfrutar de pescados fritos a lo pobre y otras delicias que harán de tu visita una experiencia inolvidable.
Playas extensas y actividades al aire libre
Cáhuil cuenta con más de 6 kilómetros de playas casi desiertas, ideales para caminatas relajantes y para disfrutar de las impresionantes puestas de sol.
Su laguna es un lugar perfecto para actividades acuáticas como pesca de pejerreyes y roncadores, paseos en bote guiados, kayak y stand up paddle (SUP). Además, es un sitio privilegiado para el avistamiento de aves, convirtiéndose en un destino ideal para los amantes de la naturaleza.
Fotografías: ADN Radio
