
Fuente: www.pichilemunews.cl – 08.01.2022
– Muchas veces la publicidad que vemos en los más diversos medios de comunicación promueven productos y servicios que -tras adquirir o vivirlos- resulta engañosa, un verdadero fiasco y que, finalmente, decepciona totalmente. Felizmente hay excepciones que pese a hacerse una gran expectativa, no solo se cumplen, sino que maravillan.
– En efecto, una excepción pudimos constatar en días recientes en el sector de La Polcura en la comuna de Navidad en el extremo norte de nuestra provincia de Cardenal Caro.
Justamente el jueves 6 de enero recién pasado, oímos una entrevista en el Informativo de Radio “Entre Olas” FM donde se daba a conocer una Granja Educativa ubicada en el sector de La Polcura en la comuna de Navidad. Cerca de otros puntos que bien vale la pena visitar, conocer, como por ejemplo -aparte de La Boca, Las Brisas y Matanzas- entre otros puntos, La Polcura que está relativamente cerca de Pupuya, de la playa Los Arcos y un poco más al sur Puertecillo.
Lo que oímos nos llamó la atención e, inmediatamente, enviamos un whatsapp a la radioemisora, expresando nuestro deseo de conocer el lugar y, solicitando, la oportunidad de ir allá si había planificado un viaje a esos lares.
No pasó más de una hora, llegó una respuesta positiva y a las 15.15 horas estábamos en viaje hacia la comuna de Navidad, donde tras llegar acompañamos a nuestro anfitrión a la Planta donde está situada la antena de su emisora, para tras unas calibraciones, continuamos hacia La Polcura.
Pese a irnos por caminos interiores antes caminos de tierra recorridos en viajes anteriores, ahora -con sorpresa- estaban pavimentados, lo que obviamente facilita y hace más grato y expedito el camino. Por cierto, caminos que en su perra vida han visitado los encuestadores santiaguinos, menos han consultado a los lugareños cómo es vivir antes o ahora con mejores condiciones de vida.
Seguimos nuestro camino y vemos -antes, pasando por Pupuya y después- que cada ciertos kilómetros hay letreros que indican la dirección con el logo de ANIMALEROS, hasta que se llega a un lugar que queda relativamente cerca del mar, sobre los cerros, la Granja que tiene espacio para estacionar y donde es posible junto con el olor a eucaliptus captar el aroma salino; pues bajando los cerros y acantilados esta una bella playa, llamada Los Arcos, a la que no se puede acceder por vehículo (hay que dejarlo claro) pues la geografía del lugar aún lo hace inaccesible, sino es bajando a pie por los cerros y acantilados o por la playa.
Tras saludar y presentarnos, uno de los anfitriones -María Isabel Rivera Farías- deja todo de lado y junto con tomar un pocillo y llenarlo de maíz, nos invita a hacer un recorrido por el lugar que está con varios corrales y pasillos para transitar.
Es un lugar un tanto agreste, aunque rodeado de árboles que se están recuperando después de los fatídicos incendios forestales del año 2017 que causaron tanta destrucción en varias regiones. Este sector de la Región de O’Higgins, tal como lo pudimos apreciar a través de las imágenes de noticieros y matinales también fue afectado.
María Isabel juntos con contarnos que ellos -con su marido, Nélson Reyes Silva y sus hijos Gabriel y Martín- llevan ahí un poco más de una década, vieron cómo sus aves australianas -Émus- morían, salvándose solo algunos de ellos, al que más tarde nos muestra llamándolo “Julio”, un ejemplar que lejos de alejarse cuando caminamos hacia él, se deja acariciar y luego se une a otros ejemplares de esa especie y que -en un principio era el leiv motiv de la Granja y de la supervivencia de la familia, al mirar su crianza como un negocio vinculado al aceite que se aprovecha de ellos, negocio fue mutando, transformándose en una granja que acoge, que rescata a animales y que los cuida …
María Isabel nos cuenta que parte de un grupo de gansos -que miramos con desconfianza- nos dice fueron rescatados desde la comuna de San Miguel. Murió quien los cuidaba y criaba y -los familiares- decidieron terminar con ellos. Pues, en buena hora acá están y lejos de ser agresivos pasan por nuestro lado como si nada.
Las especies no son tantas, nos dice María Isabel ante nuestra consulta, pero si hay muchos ejemplares de cada especie que hoy pasan a más de medio millar en cuatro hectáreas de terreno. Y que conviven en casi una perfecta armonía. Más daño hacen los zorros silvestres que pululan por las quebradas. Y aves de rapiña que, algunas veces aparecen, nos añade …
Recorrimos prácticamente todos los lugares guiados por María Isabel, casi en paralelo a una familia que integran un matrimonio joven y sus dos hijos: uno en brazos de mamá y el otro de la mano del papá. Interactuando con conejos, con chivos, con un burro, aves, alpacas, llamas, caballos, toro, etcétera, donde uno de sus hijos es el guía.
También vemos a ciervos, a camadas de cerditos entre los cuales -hay hijos de hembras que son producto de una cruza entre un cerdo y jabalí, o viceversa- los cuales se distinguen por su piel rayada -nos dice María Isabel- al indicarnos que las hembras se turnan para amamantar a las crías sean de una u otra madre.
En otro sector, María Isabel nos muestra a un ejemplar que hasta hace poco era del Parque Safari. Es un tipo de carnero australiano, cuya característica, entre otras, es que su lengua es negra. Y, efectivamente la vemos cuando ella le extiende su mano llena de maíz.
También vemos a cuatro ciervos, uno de los cuales -el mayor de cinco años- luce su cornada que, cada año cambian y que ellos guardan y lucen en otros recintos.
Junto con decirnos que más adelante quieren habilitar un “aviario”, nos muestran cordeles que cruzan algunos corrales; pero que lo piensan resituar en otro lugar más apto, para tener ahí no solo las especies de aves que tienen, sino otras que esperar agregar.
¿Cómo financian todo lo que significa el gran trabajo de alimentar y cuidar sus aves y animales?
“Bueno eso se hace con mucho sacrificio y también con el apoyo y ayuda de colaboradores; pero necesita de otros recursos y usted ve esas construcciones a medio terminar. Pues bien, son cabañas que -con la misma madera que logramos rescatar del incendio- estamos poco a poco construyendo”, al tiempo que nos invita a entrar y ver que su vista es espectacular. “Ahora la vista hacia el mar está un poco nublado y no se alcanza a ver, pero es muy lindo”, nos acota.
Devolviéndonos del recorrido, vemos con más detención una construcción habilitada con grandes ventanales y terraza con mesas que distan unas de otras.
A modo de explicación, María Isabel dice: “Al principio a quienes querían conocer la granja las acogíamos en nuestra casa, le convidábamos agüita, prestábamos el baño; hasta que -con recomendación de los propios visitantes- nos instaron a construir una cafetería o restaurant. Y, felizmente pudimos construir un local en el tiempo y ahí ahora hay de todo.
Cocino almuerzos, tenemos refrescos, y eso también ayuda a financiar. Aparte que nuestros hijos también nos ayudan ocupándose de hacer las visitas guiadas entre otras tareas. Y yo y mi marido nos ocupamos de las demás tareas de atender los animales, muy tempranito, y los demás quehaceres que demanda esta granja”.
¿Ustedes son de esta comuna o llegaron desde otro lugar?, consultamos …
“Nosotros éramos de San Antonio hasta que hace alrededor de once años que decidimos venirnos acá con otros planes de negocio; pero luego dimos un giro que nos tiene muy motivados y felices ….., empujando para seguir con esta voluntaria tarea que nos apasiona”.
Cuáles son las mayores dificultades del lugar y -cómo no- la respuesta es inmediata: “El agua” y agrega: “Acá es muy difícil y caro construir pozos profundos, pues se han construido pero después de encontrarla al cabo de un tiempo se han secado”.
¿Qué dice la publicidad de este interesante lugar?
-Acá lo que dice su página web navidadturismo.cl/pturistico/animaleros
Comparte una experiencia interactiva con nuestros animales rescatados
Animaleros nació después de los incendios de 2017 como una iniciativa de rescate de animales. Hoy cuenta con emús, cabras, ciervos, conejos flanders, caballos, etc.
Conoce a Julio y Julia, los emús que sobrevivieron al incendio; a Camila, que vivió en un departamento en Santiago hasta llegar a Animaleros; a Dochs, el carnero australiano que intimida por su gran cornamenta enrollada, pero que, en realidad, es un tierno. Aliméntalos, péinalos o, simplemente, míralos cuando se acercan a curiosear lo que estás haciendo.
En una visita que dura aproximadamente una hora y media, diviértete en contacto con ellos, descubre sus personalidades características y conoce sus historias de vida de una forma lúdica e interactiva.
Te esperamos en La Polcura
Contacto a los números: +56 9 9657 1995 | +56 9 8558 0389
El horario de funcionamiento es -durante los días miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo- desde 11 am hasta las 18 pm. El último grupo puede quedarse todo el tiempo que deseen, tras recorrer la granja.
El valor es de 4 mil pesos para niños y 5 mil pesos los adultos.
Hay servicio de restaurant con un menú de 7 mil 900 pesos que incluye plato de fondo, ensalada y postre.
“Que no te lo cuenten, ven a vivirlo”.
Fotografías: WSG/ navidadturismo.cl/pturistico/animaleros
