
Fuente: www.pichilemunews.cl – 19.08.2023
– Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
– El BNUP, es la vereda norte del tramo de la calle José Joaquín Aguirre, entre las calles Manuel Montt y Aníbal Pinto, la que ahora quedó totalmente despejada.
– Aprovechando el impulso, ¿el alcalde Cristian Pozo tendrá las agallas -cosa que otros no las han tenido- para “recuperar” otros Bienes Nacionales de Uso Público?. Y que la abogada Susana Jara -hace más de dos años- nos señaló que estaban negociando la entrega de un BNUP por parte de un particular que, desde el año 2007 está usufructuando, pese a que ha perdido al menos dos juicios por ese terreno que ha pretendido adicionar a propiedad colindante.
El refrán popular aludido que viene desde muy antiguo quizás es lo mejor que viene para darle el crédito a la recuperación que ayer el municipio realizó de un tramo de cien metros de veredas -un Bien Nacional de Uso Público- ocupado desde los años ’80 aproximadamente por kioscos de venta de artesanía y diversos productos no propiamente hechos por artesanos.
En efecto, ayer con maquinaria pesada y camiones para la limpieza del lugar, se procedió a demoler y desmantelar la serie de kioscos en su gran mayoría cerrados -desde hace algunos años- pues un muro de contención que sostenía a parte de la plataforma de parte de los kioscos se reventó, afortunadamente sin víctimas que lamentar.
Ello ocurrió, al no ejecutarse esa obra como realmente correspondía -por parte del propietario de un terreno aledaño y, por otra parte, por la vista gorda que hizo la Dirección de Obras Municipales, MOP, en ese tiempo, al aprobar un proyecto sin firma de un ingeniero civil -o si hubo firma- Dios guarde a ese “ingeniero”.
Debemos recordar -por una parte- que esa vereda era ocupada desde principios de los años ’80 con un rechazo de algunos comerciantes que se sentían afectados -al menos dos residenciales y también particulares, pues la parte de atrás de los kioscos, que daban a la calle, en la noche se convertían en urinarios, con los malos olores producto de las temperaturas y el mal aspecto. Algunas afectadas conversaron con el alcalde de la época, pero no la escuchó. No hubo suficientes razones. Era cosa de multiplicar: Una feria -aparte de los locatarios -tras cada uno-había votos. Aparte de otros componentes fácil de imaginar.
A partir de 1996, nos tocó de cerca ese problema que afectaba a contribuyentes de años (pago de Patentes Comerciales, impuestos, etcétera) y a un par de ellas que acudieron, les dije: “Tengo una alternativa para erradicar esa Feria en un lugar apropiado, donde tendrán público durante todo el año”.
Alternativa
Y la planteamos. Incluso luego de darle forma -con apoyo de una arquitecta de apellido Pérez, si mal no recuerdo, que hacía práctica en la DOM- donde llegado un momento se conversó con una dirigente -que a la vez era funcionaria municipal- pero no la convencimos que, el lugar propuesto era mejor y no tendrían oposición de ningún comerciante y/o contribuyente.
Ese lugar era en la Avenida Agustín Ross, en el límite norte del Bosque Municipal. El proyecto consistía en construir una Plataforma en madera (vigas y piso), pero con su estructura en hormigón armado (llámense pilares y vigas -desde el Restaurante El Monito (en esos años) hasta la entrada del Bosque Municipal- de alrededor de 90 metros de longitud por 12 o más metros hacia el interior de esa área verde; donde podría dar espacio a una cantidad mayor a kioscos de “artesanía”.
La idea era dejar accesos a la plataforma entre los pinos macros, sin cortarlos y, paralelamente, inhibir a que se “siguieran quemando” -como se sabe por arte de magia. Más aún, la topografía del lugar, considerando el desnivel que se produce desde la Avenida hacia el interior, permitía al menos tres niveles, donde en el segundo nivel también podrían instalarse más kioscos y/o pequeñas bodegas y Servicios Higiénicos para los locatarios y público. Y, en el tercer nivel, ya al nivel del suelo -donde se ha usado por tiempo para improvisada cancha de Baby Fútbol y para instalar Parque de Entretenciones Mecánicas- para construir Camarines.
¿Camarines? ¡¡Sí!!, pues era una posibilidad en ese tiempo, porque coincidentemente dirigentes del Club Deportivo y Cultural “Arturo Prat” estaban gestionando con el municipio -a través de una solicitud formal- que el municipio les entregara a través de un Comodato ese espacio que los niños de ese club usaban para jugar sus pichangas y entrenar. ¿Qué mejor? Claro, de esa manera -si se acordaba la entrega del lugar a través de un Comodato- ahí podían construirse camarines para que ya sea niños, jóvenes y adultos pudieran usarlos.
No recuerdo exactamente cuáles -aparte de que la dirigente de la Feria, entonces, no le gustó la alternativa- fueron finalmente los argumentos que se entregaron para que ese proyecto no fructificara.
Bueno, quizás fue otro punto de la alternativa propuesta, incluía que -cada uno de los interesados en tener espacio en esa Feria- tenían que “pagar por adelantado el derecho a piso” y, así, la Municipalidad hacer caja para construir la infraestructura y dejar con la plataforma lista a nivel de la Avenida Agustín Ross, para que cada locatario instalará su kiosco. Es decir, algo tenían que poner de su parte ….
Fotografías: RLG/ESG
