
Fuente: www.pichilemunews.cl – 21.02.2021
Unas más que otras, cada actividad económica a nivel mundial ha sido -sin duda- afectada por la pandemia actual que por más de un año tiene al mundo en ascuas, pese a todas las medidas mitigatorias que, para variar, nunca deja satisfechos ya por inoportunas, o insuficientes.
La actividad cultural, artística, en todas sus formas no ha escapado a estos efectos. No obstante a ello, esta situación no ha sido óbice para quienes más que tener un objetivo económico como esencial, han seguido persistiendo y avanzando silenciosamente en procura de cumplir con sus sueños. Sueños de contribuir al rescate de la identidad, del patrimonio histórico, patrimonial que -sin quijotes de por medio- es difícilmente que los pueblos logren mostrar a las actuales generaciones lo que han sido nuestros ancestros. Y, menos, las futuras generaciones que, a no mediar de éstos quijotes, sepan de dónde provienes, menos de quiénes fueron los predecesores.
Es por ello que, siendo con sueños similares y con algunos aportes esporádicos en el tiempo, sentimos una especial conexión y comprensión con estos quijotes. En este caso, “quijota”, como lo es la técnico en turismo y gestora cultural Mónica Cornejo Rojas.
Ella, pese ha estar convaleciente de una afectación de salud, apenas pudo salir airosa -aunque no del todo- esto de seguir en lo que para ella es su principal preocupación, ha persistido incasablemente: seguir al frente del recinto de la ex Estación de Ferrocarriles (Monumento Histórico desde el 1994) y su segundo “hijo” nacido al alero del Centro de Informaciones y Servicios Turísticos que la tienen allí, por un poco más de dos décadas.
Nos referimos al Museo que, como ya lo hemos destacado, crece y crece, al punto que las diferentes salas se hacen insuficientes para contener la serie de elementos patrimoniales, documentación, fotografías antiguas y piezas que han sido parte de diferentes establecimientos que ya forman parte de la historia del balneario, de la comuna.
La actividad que realizan los salineros por cientos de años, la actividad hotelera, en parte la evolución tecnológica, actividades y oficios está representada en parte allí. También el esplendor del balneario, el surf y, cómo no, la importancia del ferrocarril, etcétera, etcétera. Aunque estábamos informados de sus progresos, de sus novedades, nos tardamos casi 17 meses en verificarlo personalmente. En efecto, en una visita reciente de pocos días nos dimos el tiempo para saludar y sorprendernos de aquello. Y cuánta no fue nuestra sorpresa ….
Pero hay que decirlo de una buena vez. No estaría tan completo ni tan avanzado sin el apoyo irrestricto de su compañero, Víctor Pérez, quien desde hace años vibra, siente y trabaja tanto o más arduamente para darle la forma, ya materialmente o con las sugerencias que, casi siempre por lo acertadas, se materializan.
Un ejemplo de ello, es la sala dedicada al ferrocarril, quien a través de una línea de tiempo -desde el inicio del ferrocarril- fue avanzando en Chile y, luego en demanda de la costa desde San Fernando. Y, paralelamente, con una maqueta que permite -sobre todo a los niños y estudiantes- conocer en algún grado sobre ese importante medio de transporte -de carga y pasajeros- que fue crucial para el progreso de nuestro país, de norte al sur y a lo ancho de nuestro territorio.
Futuro a mediano o largo plazo
Sabemos que hay más proyectos y que más temprano que tarde se harán una realidad. Aunque se que así será, quizás sea “un poco más tarde que temprano” porque este emprendimiento, un poco por orgullo, no se convence que sería un poco más rápido si busca las alternativas que ofrece la institucionalidad. ¡Si!, sabemos por experiencia propia que ella es burocrática y que muchas veces está supeditada a simpatías de quienes están al frente de esa institucionalidad; pero hay que intentar esa vía, ya que el ámbito de los volúmenes y del valor que está ahí, requiere una protección urgente de los entes estatales.
¿A qué nos referimos?
A que gran parte del material expuesto en el museo, requiere ser exhibido en vitrinas adecuadas, a fin de evitar la pérdida de piezas, elementos varios a los que hay que darle un valor adicional, agregado. Y, adicionalmente, iluminación adecuada, dirigida, como también otros elementos que todo museo -por modesto que sea- debe considerar …
Más aún, cuando este museo lo vemos como el que se constituirá -en el futuro- como el museo “municipal” -creado oficialmente en los años ’90- pero que por la miopía de las autoridades municipales no se apoyó como se debía. Tampoco otras iniciativas culturales y artísticas -como lo es la Banda Instrumental Municipal- que, pese a ser originalmente considerada como un paso y la base de una Orquesta Sinfónica Infantil Juvenil, ha seguido marcando el paso en sus 21 años desde su creación.
Una iniciativa que se relegó egoístamente por alcaldes y concejales, de una y otra administración, demostrando con ello cómo valoran en su comuna el cultivo de las artes y el poco respeto por el talento que hay en los niños y jóvenes de la comuna.
Es de esperar que, la mayoría de quienes lleguen a conformar parte del Concejo Municipal, aparte de las mil y unas prioridades de todo orden, le den una importancia mayor al desarrollo de las iniciativas culturales y artísticas en las distintas iniciativas, las que de una y otra forma le dan alternativas de desarrollo para que, insistimos, niños y jóvenes desarrollen sus capacidades -al margen de otras, como el deporte- y las canalicen en beneficio de la cultura.
Fotografías: WSG
