
Fuente: www.pichilemunews.cl – Por: Ramón Lizana Galarce (*) – 12.05.2025
El Club Deportivo Unión Pichilemu arrastra un siglo sobre sus espaldas. Es el más longevo del pueblo. A lo largo de su existencia ha ido aglutinando personas de distintos estratos sociales destacando aquellos que en forma aficionada emergieron como verdaderos artistas aportando a la vida del Club más allá del deporte mismo como era el fútbol y el básquetbol en damas.
Socios y actores como José Miranda Gaete, Rogelio Álvarez Jorquera, Aliro Miranda Gaete, Carlos Urzúa Púa, Rolando Pavez Clavijo, Rosa Moreno Muñoz, Raquel Muñoz, María Pérez Llanca, Graciela Álvarez, Silvia Ahumada, Zunilda Cáceres, Gladys y Norma Álvarez Jorquera, Jorge Vargas, Carlos Pérez Llanca, Mariano y Hugo Polanco Galarce, Ismael Carrasco Bañados y Tato Becerra por mencionar tan sólo algunos de esa inmensa parrilla de actores y socios que durante muchos años mantuvieron al Club en sumo grado de actividad.
La planificación de las veladas estaban a cargo de Aliro y José Miranda Gaete, los mismos que sentados en la histórica banca de la “Culata” allá en la intersección de las calles La Concepción, San Antonio y Camilo Henríquez trazaban las líneas de los sketchs y números variados que se prepararían para el gran evento de su aniversario.
El deseo de realizar una actividad diferente a lo usual como eran los bailables en un momento determinado surgió la idea de ir a la Capital a captar alternativas para llevar a cabo algo diferente y así celebrar de un modo distinto el aniversario. Siendo así, se comisionó a José Miranda Gaete y Rogelio Álvarez Jorquera para que viajasen a Santiago a impregnarse de nuevas ideas que podrían ser replicadas en Pichilemu. Lo que quedó en el recuerdo es que los comisionados estuvieron más de tres días perdidos recorriendo el Bim Bam Bum y otras Boites con el único propósito de registrar nuevas ideas para su Club.
Lugar: Salones del “Gran Hotel City”
Administrador: Guillermo Bradley Cerón
Años: 1968 – 1969
Sketch: Al ritmo del Can – Can
La idea era representar el baile del Can – Can tan de moda por esos años. Rossy Moreno Muñoz, una entusiasta coreógrafa que gustaba de preparar ese tipo de espectáculos pidió la colaboración a algunas alumnas del Colegio Preciosa Sangre con el debido consentimiento de las madres de la Orden.
En paralelo algunos actores replicarían el número posterior a las niñas con algunos actores del Club recayendo la responsabilidad en Mariano Polanco Galarce, José Miranda Gaete, Ismael Carrasco Bañados, Carlos Urzúa Púa y Tato Becerra. La vestimenta de los actores consistía en llevar calzoncillos y sobre ellos se recubrirían con sendas tiras de papel acompañado de un cintillo que cubría la cabeza.
En agradecimiento al gesto de concederles el permiso a las niñas, cuatro monjitas fueron sentadas en primera fila a pocos metros del escenario.
El acto de las alumnas transcurrió sin contratiempos hasta que les correspondió el turno a los varones. Comienza el baile y cuál más y cuál menos daba lo mejor de si con sus movimientos hasta el momento mismo en que giran quedando de espaldas al público levantando las nalgas al son de la música percatándose los asistentes que el Tato Becerra no llevaba calzoncillos dejando al descubierto sus blancas nalgas. Menudo chascarro delante de las monjitas que asombradas se tapaban la cara mientras Aliro Miranda Gaete operario de las cortinas no daba el ancho para cerrar el acto.
Lugar: Salones del “Gran Hotel City”
Administrador: Guillermo Bradley Cerón.
Años: 1970 – 1971
Sketch: Raphael en vivo
Raphael de España por aquellos años era furor tanto en Europa como en Latinoamérica.
Como forma de cautivar al público con sus canciones se preparó la mímica del cantante utilizando a Juan Carlos Miranda Pérez el mismo que fué vestido con una una tenida completamente negra y peinado y maquillado de la misma forma debiendo realizar los movimientos del propio Raphael conforme la cancion que debía imitar.
Su hermano Aliro Miranda Pérez apostado en un lugar detrás del escenario interpretaría la canción “Yo soy aquel” en tanto Juan Carlos realizaba los movimientos tan propios del Cantante.
El número resultó todo un éxito puesto que el público aplaudió a rabiar hasta el punto que terminada la actuación, Óscar Rojas que oficiaba de panteonero en el Cementerio Parroquial, se acercó hasta el escenario a felicitar a Juan Carlos por lo bonito que cantaba pasándole un fajo de billetes como premio, mientras el Aliro que era el verdadero cantor quedaba boquiabierto por la injusticia que se estaba cometiendo con él.
Lugar: “Pista Municipal”
propietario: Municipalidad de Pichilemu.
Años: 1983 – 1984
Sketch: “El Convertido”
Aparece en escena Claudio Miranda Valdés gritando las exquisitas empanadas “caldúas” y el rico “moteméi” preparado en la vereda de la “Culata”. Después de unas vueltas por el escenario ofreciendo los mentados productos aparece Carlos Urzúa Púa con un bombo y sus respectivos palillos dándole fuertes golpes al bombo.
Claudio intrigado y conociendo el “pasar” de Carlos le pregunta que es de su vida. ¿Qué es de tu vida Carlitos? Aquí pasándola le contesta. ¿Y porque ese bombo?, vuelve a preguntarle. Lo que pasa es que he transformado mi vida. Me he convertido hasta transformarme en un hombre nuevo. He hablado con el “Flaco” y en las revelaciones me han aparecido imágenes con un bombo y por eso lo llevo conmigo todo el tiempo. ¿Cómo así? le insiste el Claudio. Sipo, le repite el Carlos. Por instrucciones divinas debo portar un bombo adonde quiera que vaya y predicar sobre las bondades del otro mundo. “Es mi deber pedirle a la gente que deje todas sus cosas a mi cuidado y que todo irá mejor.” ¿Y la gente te cree? ahora le vuelve a preguntar el Claudio. Hasta el momento no me han creído le responde el Carlos. ¿Y entonces qué haces si no te creen? Bueno, si no me creen mi penitencia es seguir tocando el bombo como “huevón” por los siglos de los siglos”.
La creatividad de José y Aliro Miranda Gaete era admirable. En alguna oportunidad pusieron en escena la reconocida obra teatral ” La Pérgola de las Flores” de Isidora Aguirre y musicalizada por Francisco Flores del Campo con actores oriundos de Pichilemu resaltando a la Carmela, la Rosaura, el Tomasito, el Facundo y Alcibíades, el Alcalde en las personas de Raquel Muñoz, Graciela Álvarez, Ismael Carrasco y José Miranda entre otros.
Igualmente, en otra oportunidad llevaron a cabo el sketch “La extremaunción” ubicando a la Raquel Muñoz en su lecho de muerte hasta el punto que agotados todos los esfuerzos médicos llaman al sacerdote que recae en Mariano Polanco Galarce el mismo que utilizando un lenguaje excesivamente jocoso termina dándole la extremaunción a Raquel Muñoz que se levanta y se va del escenario.
Al día siguiente de las veladas la familia toda del Club Unión Pichilemu se trasladaba hasta el sector del Puente de Fierro en el sector de El Puesto donde confraternizaban durante un día inolvidable para sus niños y mayores con asados, huevos duros, pollos y el buen mosto infaltable para la ocasión.
(*): Profesor Universidad de Concepción
Nota: Formado en la casa universitaria penquista.
