Fuente: www.pichilemunews.cl – Por: Ramón Lizana Galarce (*) – 08.12.2024
Erasmo de Roterdam en 1511 escribió este libro para satirizar la necedad o tontería tan propia de la civilización occidental. Se refiere a la Locura como una diosa que fue criada por la ebriedad y la ignorancia teniendo como compañeras la adulación, el narcisismo, el olvido, la pereza, el placer, la demencia, la irreflexión, la intemperancia y el sueño profundo.
Todos los conceptos finamente entrelazados dan cuenta de cómo predominan en la civilización occidental donde cualquiera sea la organización política que gobierne la falta de preocupación con fines desinteresados que vayan en procura del bien común no dejan de ser una utopía.
En Latinoamérica la forma de atender los asuntos del Estado por lo general se manejan con total descriterio en lo que se refiere a la distribución de los recursos, negándolos a la población o en su defecto limitándolos con el único propósito de obtener un rédito en algún momento por parte de los gobernantes.
Pichilemu como comuna perteneciente a un Estado complaciente y paternal convive con las dádivas que les envían y estas mismas son distribuidas con el único propósito de obtener alguna ganancia. Los gobernantes comunales entregan recursos para mantener medianamente complacida a la población dejando de lado los problemas estructurales que se necesitan sean atendidos para enfrentar el futuro inmediato.
La ebriedad y la ignorancia que alimentaron la “locura” según Erasmo se manifiesta explícitamente en nuestra sociedad actual a través de los gobiernos sean estos capitalistas o socialistas. La evolución de las sociedades en el tiempo ha llevado a implementar nuevas leyes, las que muchas veces deliberadamente le dejan grietas o en su defecto no son aplicadas correctamente.
Los tres poderes del Estado y los medios de comunicación, y en especial los medios televisivos, se desenvuelven obedeciendo a una escala de valores en muchos casos inversa, predominando aquellos valores que les son utilitarios al interés de los gobernantes, pero muy alejados del bien común. Tanto los programas de televisión como las decisiones de los jueces dan pena, toda vez que hasta el más común de los habitantes se da cuenta de las arbitrariedades e injusticias que se cometen tanto al emitir opiniones como al ejecutar sentencias.
Es el mundo al revés tal como ocurría hace más de 500 años. Los compañeros que compartieron con la “locura,” como el olvido y la pereza entre otros, según Erasmo de Roterdam son perfectamente aplicables en los tiempos actuales, específicamente para Pichilemu, considerando que los grandes temas que deberían estar sobre la mesa, hoy los vemos postergados dándole prioridad a aquellos que aumentarán la ausencia de soluciones a los temas de salud, las vías rodoviarios, el borde costero, los centros de educación superior y el pobre mantenimiento de calles y avenidas por solo mencionar algunos de ellos.
Hoy, con el cambio de autoridades en la comuna de Pichilemu las esperanzas se reavivan en consideración que puede ser ahora cuando se pongan en tabla los grandes problemas que cada vez son postergados y que con conocimiento de causa son prioritarios para el desarrollo del pueblo y su gente.
(*): Profesor U. de Concepción
Nota: Formado en esa casa universitaria penquista
Fotografías: Municipalidad de Pichilemu/Archivos
