
Fuente: www.pichilemunews.cl – 17.03.2025
Solo imágenes se ven en las redes sociales después de la vorágine que implica desarrollar una actividad de tres días.
Después de tres días de actividades aeronáuticas, de vuelos populares, acrobacias, charlas técnicas, exhibición estática y en vuelo de aeronaves y modelos ultralivianos, experimentales, los visitantes, espectadores quedaron -sin dudas- más que satisfechos. Por cierto, más de alguien sufrió los efectos de esta actividad que inquieta, asusta, sobre salta y pone de mal humor a las mascotas y a sus dueños ante la impotencia de no poder hacer nada para contra restar las molestias.
¿Es un aspecto relevante a considerar en futuros eventos de estas características?, ¿habrá que ponerlo en la mesa, en el debate?
Hay muchas actividades que tienen un propósito, un objetivo, -algunos más nobles que otros- y que generan igualmente incomodidades. ¿O en la realización de actividades artísticas, espectáculos veraniegos sobre todo ¿acaso los altoparlantes no se oyen hasta ocho o más cuadras a la redonda, o más según el viento esté para un lado u otro?
Cuando toca la sirena a un llamado de incendio, accidente, ¿no inquieta a las mascotas?, ¿cuándo va el carro de bomberos a sofocar un siniestro o a socorrer heridos a un accidente, o la ambulancia traslada un enfermo grave no inquieta?
¿Cuándo el carro policial necesita abrirse paso en demanda de un llamado o persiguiendo maleantes no inquieta?
¿Cuándo un motorista transita o acelera un poco más no inquieta?
Fotografías: Instagram Club Aéreo
